El hambre y las ganas de comer: el PRO y LLA, unidos para "deglutirse" a Kicillof

La decisión de Jorge Macri de desdoblar las elecciones porteñas marcó un antes y después en la relación del PRO con los libertarios. Se terminaron las juntadas entre su primo y el Presidente milanesas de por medio, y la tensión se hizo insostenible.

La jugada, infructuosa porque no lograron evitar que la campaña se nacionalice y pagó las consecuencias con una dura derrota, fue sostenida con el argumento de que “ellos (La Libertad Avanza) nos pusieron todas las piedras que pudieron, nos votaron todo en contra en la Legislatura”.

Sea como fuere y se consideren los argumentos de uno y otro lado, lo cierto es que el pobrísimo 15% obtenido por la lista que encabezó Silvia Lospennato dejó mal herido a los amarillos. Y, con especial gravedad, al jorgismo.

Las lecturas post victoria del vocero Manuel Adorni (superó por tres puntos a Leandro Santoro, candidato de Unión por la Patria) fueron variadas. La más abonada fue la de la “vendetta” violeta en la Provincia. “Ahora al PRO lo van a mear”, era la frase más difundida.

Sin embargo, el envión que ha tomado la negociación entre los libertarios y los amarillos en las últimas horas pareciera dar la razón a quienes sostenían que la victoria en los comicios porteños podría fortalecer la idea de que “juntos podemos vencer al kirchnerismo”. Y, nada más ni nada menos, que en su propio bastión histórico.

Para el partido creado por Mauricio Macri resulta una magnífica oportunidad para soterrar el fracaso en CABA, que amenaza con relegarlo a un partido con escaso volumen de cara a las elecciones de este año. “Para el que tiene hambre, hasta un pan duro es bienvenido”, evaluó un dirigente amarillo del interior provincial.

 
Sebastián Pareja y Cristian Ritondo, negociadores de LLA y el PRO rumbo al acuerdo.

Así, no son pocos los que creen que, sin demasiadas opciones de exigir a los envalentonados ganadores, la chance de repensar una alianza -o frente- con LLA es una oportunidad que no pueden ni quieren dejar pasar.

De la otra orilla, dejaron su obcecada idea de que sólo aceptarían recibir con los brazos abiertos a los amarillos garrochistas, admitiendo ahora que podrían adoptar un modelo aliancista, respetando las particularidades de cada sección. Todo sea, claro, por calmar ese hambre voraz y aportar a ese gran objetivo de los libertarios que es derrotar a Axel Kicillof en septiembre y octubre. Y, para ello, necesitan al PRO y su disminuida pero aún afilada estructura territorial, aunque aseguren que las encuestas le dan "cinco o seis puntos al PRO a nivel provincial". 

Tras una nueva reunión que mantuvieron ayer Cristian Ritondo (preside el PRO bonaerense) y Diego Santilli con Karina Milei y el armador libertario Sebastián Pareja, quedó en claro que la decisión de ir juntos a las urnas se consolidó, aunque aún mantiene agujeros negros en cuanto a la manera de integrar listas.

"Hoy hay una nueva era, estamos trabajando de otra manera. Puede haber, para las listas de diputados o en las seccionales, mejores candidatos de un lado o del otro y esos van a ser los que ocupen los lugares sin importar si de un lado hay mayor cantidad que del otro", desgranó el operador libertario.

No es poca cosa que Pareja admita que el vínculo podría ser de partido a partido, aunque volvió a marcar la cancha al afirmar que el armado debería llevar el sello de La Libertad Avanza.

Sin embargo, aún restan flecos que recortar al acuerdo, que se teje con paciencia y con algunas desconfianzas, como la que manifestaron los intendentes amarillos respecto de su liderazgo territorial.

 
Pese a apoyar un frente, los alcaldes del PRO piden respeto a su poder territorial.

Como informó La Tecla.info, los alcaldes creen que debe considerarse la realidad de cada municipio y de cada sección, donde se mantienen viejas alianzas con los exsocios de Cambiemos. “Yo acá tengo medio gabinete integrado por radicales y no puedo deshacerlo”, manifestó un jefe comunal con más de un mandato sobre sus espaldas.

La principal resistencia proviene de aquellos alineados con el eje que conforman Jorge Macri y Daniel Angelici, aunque pasaron de descartar cualquier acercamiento a LLA a un "bueno, podemos acordar si se cumplen ciertas condiciones".

Tanto Pareja como Ritondo dejaron en claro que la “rosca” no se remite a una cuestión aritmética, incluyendo tantos de un lado y tantos del otro, sino en un análisis pormenorizado, sección por sección y municipio por municipio, acerca de los nombres más apropiados para integrar las nóminas de concejales y legisladores provinciales en septiembre.

Por otra parte, algunos aspectos no menores obran como freno para que el OK de ambos sectores transforme en realidad la concurrencia conjunta. Por un lado, la interna que se evidencia entre el mileismo puro y Las Fuerzas del Cielo, conducidas por Santiago Caputo, que sacude el día a día de los libertarios.

Además, los negociadores amarillos (Mauricio Macri delegó esa tarea en el exministro de Seguridad de María Eugenia Vidal) insisten en que, además de las listas correspondientes a las ocho secciones electorales y los Concejos Deliberantes, deben acordar, al mismo tiempo, las listas nacionales que competirán en octubre.

“No es que desconfiemos, pero creemos que se debe dar certezas y no dejar abierta esa expectativa entre las seccionales y las nacionales. Hay que hacer las cosas tranquilos y generando confianza”, señalaron desde el ritondismo.

Ramón Lanús: “En septiembre y octubre los que pensamos igual vamos con boleta unificada”

El intendente de San Isidro sostuvo que para ganarle al kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires “todos los que pensamos igual tenemos que enfrentar las elecciones bonaerenses de septiembre y la nacional de octubre con una boleta unificada”.

En declaraciones al canal Todo Noticias (TN), Ramón Lanús minimizó el color de la boleta. “Acá lo importante es darle una oportunidad al bonaerense que está preso de un sistema que no le resuelve ninguno de sus problemas de seguridad, salud, educación y económicos”.

Asimismo, agregó: “En más de 20 años el kirchnerismo nunca pudo solucionar ni mejorar temas de seguridad, salud, educación y economía. Entonces, está claro que la gente se hartó de escuchar a los mismos que durante décadas no hicieron nada, ahora venga a plantear que son la esperanza”.